En el mundo de los negocios una constante es el cambio y con ello debería de ser el siempre querer aprender más. Siempre estar preparándose, adquiriendo nuevas habilidades, conocimientos o técnicas.

Y es aquí donde se plantea una decisión a tomar: ¿dónde y cómo puedo adquirir ese conocimiento? Hay cursos, seminarios, capacitaciones, escuelas, coach, información gratis, de paga, en línea, presencial y la lista es casi interminable. ¿Cómo saber que necesito?

Vamos a comenzar con los tres posibles términos más comunes en cuánto a educación para negocios se refiere: Capacitación, asesoría y consultoría. 

La RAE los define como:

Capacitar:
Derivado de capaz.
1. Hacer a alguien apto, habilitarlo para algo.

Asesorar 
De asesor.
1. Dar consejo o dictamen.

Consultar 
1. Examinar, tratar un asunto con una o varias personas.
2. Buscar documentación o datos sobre algún asunto o materia.

A simple vista la diferencia es sencilla de entender:

  • Capacitar enseñar cómo se hace.  
  • Asesorar es dar un consejo. 
  • Consultar buscar un asunto o tema. 

Entonces, ¿por qué en ocasiones estas palabras son utilizadas como si fueran sinónimos? 
Una de las principales razones podría ser porque las empresas que prestan este tipo de servicios hacen parecer que es lo mismo o incluso son parte de su nombre, basta con hacer una búsqueda en Google con los términos Consultoría y Capacitación y ver la cantidad de empresas que lo usan como descripción. 

¿Cómo saber qué necesito?
La respuesta puede ser más sencilla de lo que podrías imaginar, cuando tienes un problema identificado, la recomendación es buscar a una persona o empresa que ya pasó por ese mismo problema o situación similar y lo resolvió. Para pedirle una asesoría, no tiene que ser el mejor, no tiene que ser el más caro, simplemente es necesario que ya lo haya resuelto en el pasado. Con la asesoría, intentar resolver tú mismo el problema. 

Para una capacitación, identificas el problema, buscas quién en el pasado ya lo ha resuelto, pero ahora no solo le pides que te diga cómo lo resolvió, sino que te enseñe hacerlo. 

Y para una consultoría, quizá sabes que algo no anda bien en tu empresa o negocio, pero no sabes exactamente qué es, entonces buscas a alguien que te pueda examinar o ayudar a identificar cuál es el problema y a solucionarlo. Algo parecido a un doctor, acudes porque te sientes mal, pero no sabes exactamente qué es. 

En resumen:
Asesoría: Sabes qué problemas tienes y pides a alguien que te comparta su experiencia de cómo lo resolvió. 

Capacitación: Sabes qué problemas tienes y pide a alguien que te comparta su experiencia de cómo lo resolvió y además que te enseñe el paso a paso de cómo resolverlo.

Consultoría: Sabes que algo no anda bien, pero no sabes exactamente qué es; buscas quién te ayude a identificar el o los problemas para posteriormente resolverlos. 

Ya que identificamos qué es cada una, lo siguiente sería identificar en quién confiar para cada una de las situaciones. Para esto nos gustaría plantear algunas preguntas:

  • ¿Sabes andar en bicicleta? 
  • ¿Quién te enseñó a andar en bicicleta? 
  • ¿Era un ciclista profesional? 
  • ¿Era campeón del Tour de Francia?

Si sabes andar en bicicleta probablemente te enseñó alguno de tus padres, hermanos o primos y lo único que ellos sabían era andar en bicicleta y querían enseñártelo. Esta comparación me gusta usarla para identificar a quién podemos confiar una asesoría o capacitación. Lo único que la persona necesita es saberlo hacer. No tiene que ser el mejor, el más caro, o el más moderno, lo único que necesita es saber hacerlo y tener interés de enseñar. 

Para una consultoría, recordando que no sabes exactamente qué problema tienes, yo recomiendo conocer un poco más las credenciales de la persona que vas a consultar. Es decir, verificar si tiene algún respaldo académico o laboral que te permita comprobar que es bueno analizando e identificando problemas.

Para finalizar, ojalá que después de leer esto te vayas con al menos alguna de estas ideas:
- Buscar educación es siempre la forma de combatir la frase “La única constante es el cambio”.
- Ya puedes claramente identificar si necesitas una asesoría, capacitación o consultoría. 
- Sabes evaluar mejor las fuentes que te pueden proporcionar educación. 

Nos leemos en la próxima.

Leave a Comment